sábado, 17 de marzo de 2007

Mudanza

Bueno, como la gente psicópata sigue asediándome, deberé emprender una mudanza. La verdad no quiero abrir más fotologs ni blogs ni niuna weá, me harté...


Saluditos a todos...
Ahora estoy escribiendo un libro de cuentos periféricos, acerca de la cultura del Lumpen.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Cachorros, leones, y otros animalitos...

Todos quienes estudiamos en Usach, sabemos que la primera o segunda semana el olor es espantoso, y es común ver, mientras se està en clases, a filas interminables de cachorros oliendo pésimo, y luciendo en sus cuerpos diversos vejámenes. Nos impactó mucho ver a una ingeniería, que a todos sus cachorros les había dibujado un pene gigante en la espalda, con pintura spray, y cantaban algo así como " el que no salta la tiene chica..."

Desde cuándo la fijación falocéntrica se traspasó al cachorreo? Está bien que muchos de los gritos de las carreras estén orientados hacia la temática sexual, pero me parece horrendo que tal signo sea impregnado casi a fuego en el cuerpo de sus compañeros. O sea, para sacarte una mancha de spray debes restregarte diluyente o aguarrás, lo cual es super-mega-ultra nocivo para la piel.
Cuando mi curso cachorreó el año pasado - yo ni siquiera pude ir porque estaba trabajando - no fueron tan humillantes, o sea, los dejaron super sucios y todo eso, pero a nadie le dibujaron nada gigante, a lo mucho unas rayas locas que los identificaban con la carrera y la universidad. De todas maneras no es ninguna novedad que los cachorreos de las ingenierías son los más crueles, por haber menos mujeres, supongo.

Dios permita que sigamos siendo proporcionalmente más que los hombres (y por qué no decirlo, también más capaces, cultas e inteligentes).

Este fue un post muy feminista XD.

Besos

martes, 13 de marzo de 2007

Casandra,no te vayas! Cap 6/ Estreno!

Cap. 6

La sorpresa

Finalmente llegamos a un café que queda a un costado del Paseo Ahumada, donde creo que la conocían porque saludó a todos desde la puerta hasta la mesa que le tenían reservada y arregladita.Era medio cuico el lugar, pero bueno, Casandra tenía un dejo de “high class” por así decirlo, aunque cuando hablaba se volvía completamente angelical , casi divina, olvidando cualquier referencia terrenal sobre ella…

- ¿Qué se van a servir?

- Dos capuchinos – dijo Casandra - y seis medialunas, por favor…

- Altiro las traigo, niña – por su tono comprendí que la mesera también conocía a Casandra-

- ¿Idea mía o conoces a todo el mundo acá?

- Jajaja, perdona por no decirlo, pero este café es de mi papá, aunque no se aparece mucho…por eso soy conocida…

- Ehh…es bello – le dije, coqueta nuevamente – tiene una estética bastante medieval…

En efecto, el café parecía sacado de una escenografía teatral, tenía vistosas cortinas, era alfombrado, y todo era en tonos burdeos - café, lo cual le daba un cierto toque medieval, cálido y muy romántico. Daba la sensación de estar en el backstage de algún teatro francés.

Casandra jugaba con el anillo en su mano derecha y se sonreía sola, mirándome, inspeccionando mi pecho, mis ropas, mi maquillaje, mis ojos…por su manera de mirarme podría incluso decir que estaba haciendo una especie de inventario de mí, cual tigre evaluando a su presa, viendo qué tan conveniente resultaría cazarla…

De pronto nuestras miradas coincidieron, y luego de mucho silencio, Casandra me dijo: ¿te pasa algo Coni?...a lo cual respondí que “no” con la cabeza, y si no le hablé fue porque me demoré mucho en elaborar las palabras justas…

- Coni, quizás estás preocupada porque apenas te conozco y ya te invité a salir…

- No, niña, no es eso…

- -Interrumpiéndome- es que Coni, hay algo que quiero decirte…

- Dime…-nerviosa imaginé cualquier cosa-

- Es que no sé, me caes regio, linda, y me gustaría que fuésemos amigas, te parece?, no sé , frecuentarnos más?…

- Ah claro, porqué no…

- (Suspiro mío)

En eso estábamos cuando nos trajeron el capuchino en una taza de vidrio muy estilizada y las medialunas…

Conversamos –entre nerviosas y coquetas - acerca de lo que hacíamos: de los estudios, nuestras familias, dónde vivíamos, nuestros amigos, y creo que ambas dejamos a propósito de lado el tema “relación de pareja”… Cuando nos quedaban apenas dos medialunas, me atreví

- Casandra ¿estás comprometida? – pregunté nerviosa-

- No…lo dices por este anillo?

- Sí, es que como está en tu mano derecha…

- Jajaja, no, es que era de mi abuelita, bueno, mi familia es muy de tradiciones, entiendes, linda? Pero no, no tengo pareja, estoy sola hace seis meses ya… Entonces, no sé, es como una cábala este anillo, siento que cuando lo llevo puesto me pasan cosas buenas, como conocerte a ti, por ejemplo…

- Jajaja, pero si yo no tengo nada de especial…

- Sí Coni, lo eres, eres una niña inteligente, simpática, bella, el hombre que esté a tu lado debe estar sumamente feliz…

- No Casandra, - dije incluso con un tono feliz - estoy sola hace más de un año, mi ex falleció, en un accidente…

- Pero como niña! Estás sola entonces? Tan bella y tan sola?

- Jaja, no sé si tan bella pero sí bastante sola…

Luego de esta conversación las cosas cambiaron entre las dos…yo, aunque llevaba muy presente el recuerdo de Ian, pensaba que tenía pleno derecho a enamorarme nuevamente, a sentirme deseada, después de todo Ian siempre me dijo: el día que me pase algo, debes buscar a alguien que te haga feliz…

Salimos con Casandra del café, luego de una “presentación” ante sus empleados y amigos, como una “nueva amiga”, aunque la coquetería de la conversación la tengo grabada en mi mente hasta hoy y es uno de los recuerdos más vívidos y felices que tengo de Casandra, de sus ojos brillando cuando se dio cuenta que yo no tenía pareja, de su mirada intrusa, atenta siempre, mirándolo todo, en todos lados…tan bella, tan increíble, por decirlo de alguna manera

- Ya pues Coni, debo irme, tengo pruebas esta semana y algunos trabajos…

- Te tinca si nos juntamos el sábado, y vamos al cine?

- Por supuesto! Llámame, a cualquier hora no más

- Suerte niña en todo…cuídese

En ese “cuídese” creo que fui coqueta, pero Casandra se vio halagada y al besarme en la mejilla noté una gran sonrisa en su rostro…era evidente que las dos no éramos lesbianas, pero había un “algo”, una especie de niebla que envolvía nuestras conversaciones.

Justamente esa niebla me cubría y me empapaba de ella, de su color rosado, de su delicioso aroma…

¿Casandra me quería?, no lo sé, pero se estaba dejando llevar por mis juegos de seducción…

lunes, 12 de marzo de 2007

Casandra,no te vayas! Cap 5/ Estreno!

Capítulo cinco

En el metro

Después de verla en ese atuendo que la envolvía con un aura casi mágica, me arrepentí de haber ido, me cohibí, e incluso me sentí fea a su lado, yo, tan grande, y ella, tan pequeña, tan angelical…

- Hola Constanza…me alegra verte – me dijo mirando fijamente mis ojos -

- A mí también niña…

- Vamos altiro a la biblioteca, que tengo algo planeado para después…

- Ya pues…ehh – nerviosa me atreví a preguntar - ¿pero dónde iremos después?

- Sorpresa…

Cuando Casandra acabó de terminar su palabra…creí que el mundo se me desmoronaba y que estaba a punto de caer en manos de una psicópata que me sacaría los riñones para luego venderlos en algún mercado negro de EEUU…o quizás ella simplemente quería que habláramos un poco más – en el mejor de los casos yo también le gustaba - o tal vez quería contarme la razón del anillo en su mano derecha, en fín, todo era posible y preferí dejar la mente en blanco, puesto que el sudor en mi frente develaba mi nerviosismo.

Llegando a la biblioteca me alargó una papeleta y nos acercamos a un computador,

- ¿cómo me dijiste que se llamaba el libro?

- Ehhh – nerviosa ni siquiera pensé en un título- “Casandra”, como tú, le dije coqueta…

- El de Christa Wolf, dices?

- Sí , ese mismo…

- Y no está en la biblioteca de tu facultad?- Percibí en ella un cierto tono irónico-

- Ehh no, le dije, es que hay un solo ejemplar…

- Bueno, espérame acá y lo voy a pedir

Me dio vergüenza ser tan coqueta con ella, pero bueno, no podía negar que me gustaba, que me causaba reacciones no exentas de erotismo y por ende, alguna de las dos iba a tener que hablar en algún momento, ya fuera para bien o para mal, aunque sólo esta fuera la segunda vez que la veía, yo la quería para mí, pero…¿porqué?...yo no era lesbiana, jamás antes vi encantos en ninguna mujer, jamás soñé con sexo lésbico, jamás olí un perfume tan maravilloso…

- Acá esta el libro, Coni, ¿puedo llamarte Coni, cierto?

- Por supuesto…y ahora, qué hacemos?

- Ahora viene la sorpresa pues…

Caminamos hacia la salida de la universidad y yo volví a sudar como loca, nerviosa, tensa, excitada también. Casandra sólo me miraba y me decía, “Yo no muerdo mujer…”

Bajamos hacia el Metro y estando en el vagón, me tomaba la mano, jugueteando, y me miraba cómplice, como adivinando el dejo de deseo que se vislumbraba en mis ojos…

Sí ya sabía que no mordía, eso lo tenía claro.

Sin embargo sin morderme ya me tenía embriagada con su veneno…

En medio del silencio tan tuyo, te amo

Y es cierto que a veces reclamo porque eres callado, silencioso, y porque te cuesta un poco expresar lo que sientes, y es cierto también que hubo un tiempo donde me martirizaba un poco eso, lloraba por eso, y me la sufría toda.
Pero hoy me he dado cuenta que eres así, silencioso, y que quizás de esa manera me amas. Sí, así debe ser porque yo no dudo de tu amor, no ahora al menos, quizás antes sí, pero ahora no.
Yo te amo en el ruido, en la bulla, en el incesante titilar de mi voz imparable, que lo penetra todo y resuena hasta el último rincón del lugar donde esté. Y a tí te gusta eso, siempre que vamos a algún lugar o estamos con alguien, me dejas hablar, me besas las manos y el rostro, y me miras con unos ojos tan iluminados, tan, tan enamorados, que me emociono hasta las lágrimas de pensarlos porque nunca antes me habían mirado así, con los ojos tan embebidos de amor.

Y hoy sé que ese silencio es tuyo, es tu identificación, y la bulla, el sonido, el grito, es mío, y amo eso, lo amo porque si ambos fueramos ruido nadie entendería a nadie, y si ambos fueramos silencio, nadie le diría nada a nadie.
Te amo, amor...

sábado, 10 de marzo de 2007

Tom Jones y demases

Bueno, esta es una entrada pequeña.
Anoche me costó mucho quedarme dormida, no sé por qué, pero tenía una pena tremenda que me ahogaba un poco, quizás eran penas añejas que invadían de pronto mi corazoncito.
La cosa es que hoy descargando algunos temas de Tom Jones, me topé con su versión en Viña 2007 del tema "The reason" de Hoobastank...el tipo tiene una voz hermosa, estremecedora a decir verdad...bueno a mí hay dos voces, tres ahora, que me estremecen : la de Beto Cuevas, de la Ley, la de Alejandro Fernandez, y ahora la del divo Tom Jones...La verdad no sé, es que los librianos somos así bien imaginativos, entonces para mí las canciones de estos washones son algo megaplacentero...como cerrar los ojos y dejarse llevar por el escalofrío que produce esa voz, esa fuerza al interpretar...

Mención especial a las canciones donde más se nota esta característica :
Te necesito, Beto Cuevas a duo con Amaral
Canta Corazón, de Ale Fernandez
The Reason, cover de Tom Jones recién mencionado...

Leyendo la cosmo de este mes, la editorial mejor dicho, reparé en el llamado que su editora nos hacía, a disfrutarnos a nosotras mismas a través de aquellas pasiones esenciales que todas llevamos dentro...
La mía , sin duda, es dejarme llevar...por una música estremecedora, por la fuerza y el deseo de mis letras plasmándose en pequeñas obras, por los brazos envolventes de mi novio, etc...

Creo que , nuevamente, como buena libriana, me encanta vivir en el aire, sin decidir, solo sintiendo...


Mañana seguiremos con Casandra & Constanza...


Besitos

Tammy


pd: Perdonen por llenar el blog de publicidad, pero conviene...suscribanse a adsense y verán de lo que les estoy hablando...y por cierto, si algun link de la publicidad les interesa, no duden en hacer clic...

viernes, 9 de marzo de 2007

Casandra,no te vayas! / Cap. 4 / Estreno!

Capítulo cuatro
Volverte a ver

Después de media hora mirando en mi celular su número, la llamé, con la excusa más tonta de todas: le dije entre dientes que necesitaba un libro de su biblioteca, que nos juntáramos para que lo sacara ella y yo pudiera fotocopiarlo.
Digo que la excusa fue tonta, porque mi universidad es tres veces más grande que la de ella – o al menos donde se suponía que ella estudiaba - Casandra no era tonta y seguro se daría cuenta. Pero lo más grave que podía pasar era que me dijera que no.
Ella era para mí algo nuevo, una atracción irresistible, una sensación que jamás antes experimenté con ningún hombre, quizás por el matiz prohibido que adquiere el lesbianismo en sociedades como la chilena, aún así tenía mis reservas al respecto, quizás, ni siquiera me gustaba y todo este atado era una vulgar calentura. No. Yo no quería eso.
Después de llamarla, y de concertar la cita, me quedé pensando: ¿y si es una psicópata? ¿Y si me mintió, y no estudia nada sino que es prostituta? ¿O quizás quiere asaltarme, quiere quitarme la plata?...No, no podía ser, la claridad de sus ojos celestes no podía estarme mintiendo, además, ese día la recuerdo con una de esas maletas enormes que usan los niños que estudian diseño, o arte, para cargar el block de dibujo gigante de ¼, así que bien podía ser cierto que estudiara arte…
La recordaba ese día del café y del muerto en el metro, en ese momento no hablamos grandes cosas, trivialidades más que nada, trivialidades que se cuentan dos desconocidas, pero… ¿qué le diría ahora? , Bueno, puedo pedirle cualquier libro, uno grande si, para que piense que en mi biblioteca no está, quizás sería evidente mi mentira pero eso era lo que menos me importaba…Quizás yo ni siquiera le gustaba…quizás tenía pololo, ¡Qué tonta! Ese día le vi una argolla en la mano derecha, que no había recordado sino hasta el momento de llamarla, quizás estaba comprometida, y era católica, de buena familia y con un pololo ingeniero, típico, pero no, no creo, ¿o sí?
Casandra comenzaba a ocupar lugares de mi mente inexplorados, lugares vírgenes, me cegaba la idea de poseerla, de tenerla para mí, y no me importó nada de lo que me dijo Pamela ni Antonia, a ambas les comenté que la volvería a ver, y ambas concordaron en que no era lo mejor, que quizás ella pensaría que yo era la psicópata, que la estaba siguiendo, que sabía secretos de su familia, que era amante de su padre, qué se yo, todas esas estupideces que uno piensa cuando alguien, de súbito, se interesa por uno y se sabe poco de su procedencia.
Pamela trató de persuadirme.
Media hora antes de salir a la “cita”, me llamó al celular:
- Constanza, no vayas, tengo un presentimiento y sé que algo va a pasar.
- ¿algo como qué? – contesté-
- Algo, Coni, algo, no sé bien, pero allá pasará algo que te hará cambiar.
- Ay Pame, no seas pasarrollos, mira, para que te quedes tranquila te llamaré cuando llegue a la casa, ¿si?
- Bueno, pero Coni, no vayas, porfa
- Iré igual, Pame, me conoces, además, esta niñita me tiene tonta.
- Constanza, yo te quiero harto, pero piensa bien las cosas…
- Te llamaré Pame, tranquila tú no mas – y le corté-

La Pame era media esotérica para sus cosas, creía en la energía del universo, en los chakras, en el karma, en el tarot, en los presentimientos, y siempre que la Pame decía que algo iba a pasar, pasaba, había anunciado embarazos, muertes, y hartas cosas así, y su llamada en cierto modo me frenó, quise llamar a Casandra y – con otra mentira – cancelar la cita, decirle que tenía una prueba, no sé.
Finalmente salí de mi casa rumbo al Metro Los Leones, donde quedamos de juntarnos.
Nerviosa tomé la micro, y luego el tren…pensaba y pensaba, me miraba en las puertas de vidrio y sudaba como nunca.
En la estación Los Leones se abrieron las puertas, subí por la escalera eléctrica y al asomarme arriba estaba ella de pie, esperándome, vestida de rosado y con su maleta grande…

Notas de la novela

Gracias a quienes han leido y comentado mi pequeño trabajo : Naty, Huachimingo, Magda, etc...

Esta novela llevaba algún tiempo empolvada en mi pc, pero ahora toy escribiendo desde el cap. ocho en adelante, asi que sorry naty si algunos caps. te desilusionan, pero juego mucho con el narrador, y en parte le pongo freno a la vorágine de acontecimientos que se dan entre cada capítulo...


Gracias nuevamente...!

Y esperemos que no vuelva la gente enferma a estos rincones literarios...

jueves, 8 de marzo de 2007

Te amo cosi...

Y sí, señor espía, tengo vida cuando me paro de mi silla del pc...


Amor, despiértame cuando pase el temblor, si? (señor espia, sabe de quien es esa cancion?) XDXDXDXDXD

Y renuncio!

Así resulta ser la cosa...
Sigo siendo perseguida, en una especie de "guerra fría" (señor espía, sabe lo que es la guerra fria? le suena Gorbachov? XD)
la cosa es que renuncié a fotolog...no quiero ser más perseguida, no es agradable, aunque yo sea diva y sepa que soy megaenvidiable...es penka pos...de verdad

Acá seguiré publicando mis novelas, señor espía, y aunque me cierre esta weá, tengo los capitulos de mis obras megarespaldados asi que nada perderé.


Besos

Casandra,no te vayas! Cap 3/ Estreno!

Capitulo tres

Ella

Me muevo en un ambiente acuoso, no escucho nada, me desespero.

De pronto, abro los ojos y ella esta ahí, para calmarme, pero no quiero, no quiero, su consuelo puede costarme caro…me vuelvo, me miro, salto arriba y allí está, ella, esperándome, llamándome como siempre, y yo nunca voy a ella, de hacerlo tendría que renunciar a muchas cosas, no, no quiero, no quiero! Pero me llama, y no desiste en ello, cierro los ojos, manoteo, y solo toco aire, aire, si, con aire quizás duele menos, o sin aire mejor dicho, quizás solo se siente sueño, y luego, un sueño eterno…imposible…lejano, a veces anhelado, a veces solo una mala pesadilla, no siento, no veo, no huelo, y pensar en ese estado me desespera, así que abro los ojos y pienso en ella, en la otra, en la que me ata a mi sangre y a mis huesos, a la pacha mama, a este planeta, a esta ciudad…Ella, la otra, es tan bella, tan locuaz, tan inteligente, que la siento en mis manos y todo se calma, ella se va, es paradójico, mientras una me desespera, la otra me trae la paz…

¿Lloraría Casandra?...No lo sé, se lo he preguntado y me dice que la asusto con esas cosas, que debería contarle al psicólogo, yo trato de explicarle que él, ni ella, ni nadie entiende, este es un entuerto entre ella, la que me desespera, y yo, nadie mas, y que me acompaña siempre, donde vaya, aunque a veces se va por un buen tiempo, como ahora, pero Casandra se echa a llorar y eso sí que me parte el alma

- Tengo miedo de perderte, Constanza

- No me perderás, niña, acá estoy, y siempre estaré acá…

- No me entiendes, me refiero a perderte, para siempre, a que te vayas, a que te mueras, por la cresta! No entiendes!

- No moriré si en tu corazón no muero, Casandra…

No me gusta asustarla con mis cosas, ella es tan sensible, tan de cristal, tan celestial, casi, que siento que le quito pureza con mis pensamientos negros, pero ella siempre me pide que le cuente todo, lo que pienso, lo que sueño, lo que hago, creo que es por su inseguridad, porque siempre la engañaron, porque nunca nadie la trató con amor, porque se sintió siempre despreciada, y aunque muchas personas trataron de amarla, no, no podían, porque Casandra era mía desde antes de nacer las dos, desde el otro plano, donde estuvimos juntas, de seguro, donde fuimos una, donde éramos macho y hembra, árbol y fruto, por eso Casandra pasó por todo eso, y me siento culpable, a ella nunca la acosó la que a mí me desespera, nunca, y eso que tuvo sus motivos para llamarla, pero no, Casandra es demasiado pura para eso…

Me desespero nuevamente, miro los rieles y pienso en ella, que me llama, que me exhorta a volver, al camino que olvidé cuando nací, esta ahí, latente, entre crujidos, ese crujido con el que conocí a Casandra, pero no, ella me necesita y no la haré sufrir, se lo dije el día que le pedí que se quedara conmigo, que jamás la haría sufrir, que prefería cualquier cosa antes de verla llorar, sin embargo ella como que no me creyó, pero a mí esa promesa jamás se me olvidará, porque es la más sagrada de todas.

martes, 6 de marzo de 2007

Casandra,no te vayas! Cap 2 / Estreno!

Capítulo dos

Mi mamá y mi “tía”

De pequeña me hacían llamarle “tía” a una tipa que iba a mi casa con frecuencia, siempre y cuando no estuviese mi papá, y que se quedaba largas tardes conversando con mi mamá, hasta me mandaban a jugar al patio, pero me impedían entrar a la casa durante un rato, me decían: “estamos hablando cosas de grandes, así que usté Casandra, afuerita no más”, yo como niña obediente pues hacía caso y partía a jugar a los sarmientos – unas ramas de durazno que mi mamá ponía a secar para luego hacer fuego con ellas y cocer el pan – bueno, los sarmientos apilados hacían una gran montaña de más o menos dos metros que yo subía escalando desde chiquita con un cojín al hombro, me sentaba arriba y veía todo tan alto, tanta perspectiva, veía el mundo de otra manera, la lejana cordillera, los prados verdes de las parcelas circundantes, me hacían, de algún modo, pensar que estaba en otro lugar y me olvidaba por momentos de que solo era una niñita cuya única cualidad era ser inteligente y llevar buenas notas a la casa…

Estaba yo recostada con mi cojín en el sarmiento cuando quise ir a buscar a mi “hija” – un muñeco con forma de bebé- para mostrarle lo lindo que se veía el mundo desde arriba de mi pequeño castillo, entonces bajé dificultosamente, caminé hacía mi casa de piedra y entré, a pesar de la prohibición de mi madre, fue entonces cuando llegando a mi habitación, las encontré desnudas besándose bajo las sábanas floreadas que ese mismo día mi mamá había cambiado temprano…en su pieza contigua a la mía. En aquel momento poco o nada entendí, para mi era absolutamente anormal, sucio, asqueroso. Ver a mi mamá con otra persona, independientemente de su sexo, en esas cosas, con alguien que no fuese mi papá, me causó un asco que fue imposible sacar de mi cabeza, nunca jamás he dejado de sentirlo y creo que nunca se me borrará de la cabeza esa imagen, esa macabra imagen, que a los siete años corrompió mi infancia, violó mi conciencia y me arrebató todo cariño o apego hacia mi madre, de ahí en adelante nunca más la besé en los labios , como antes, sentía una repulsión que me daba rabia y pena a la vez, yo de sexo sabia muy poco, pensaba que cuado una pareja estaba así, desnuda, junta – me refiero a una pareja heterosexual - hacían pipí y ahí la mujer quedaba embarazada, solo con acostarse con el hombre y que ambos se hicieran pipi “ahí”, y bueno, después uno se ponía bien gorda y al tiempo después - ignoraba que el tiempo de gestación humana son cuarenta semanas, o nueve meses – uno salía por un tajito que le hacían a la mamá bien abajito en la guatita – yo nací por cesárea y mi mamá me mostraba que por ahí había nacido yo – y bueno, así era la cosa de los hijos. Pero hasta ese entonces no conocía el erotismo ni tenía conciencia de la prominencia de mi cuerpo, como siempre fui gordita nunca fui candidata a reina ni nada de eso, por lo cual, de pequeña me crié pensando que la belleza simplemente no residía en mi, y que quizás jamás me casaría. Pero no me importaba mucho porque yo y Mickey - mi esposo y amigo imaginario de apellido León - habíamos sido padres de Marian Dayanne León Muñoz, mi pelona, así que la cosa de los casamientos y todo eso me mantenía sin cuidado. Yo con mi pelona era feliz dándole harta agüita y jugo de naranja, por un hoyito que le abrí en los labios plásticos con la ayuda de un alambre, bueno, tiempo después me di cuenta que a Marian le estaban haciendo daño mis brebajes, puesto que su espalda olía mal y se hallaba en mediano estado de descomposición debido a la acumulación de agua en su cuerpo. Pero yo le ponía hartos chalequitos y no se le notaba ni en la carita a la Marian que estaba enfermita.

Mi mamá nunca supo que la vi con mi “tía”, quien continuó viéndose con mi madre a escondidas, como mas tarde me entere por fuentes externas, e incluso osaban concertar sus citas en casa de mi madrina, donde también yo tenía un “tío”.

Casandra,no te vayas! Cap 1 / Estreno!

Capítulo Uno

El metro

Yo iba atrasada a la Universidad ese día, más encima llena de papeles, en esa carpeta rosada, que ya reventaba entre esos elásticos viejos, bueno, mal que mal, la compré cuando iba en primero medio, y ya estoy en tercer año de Universidad.

En Toesca, subió una niñita – y digo niñita porque era delgadísima- que apenas cabía en ese carro tan lleno de gente, por ser el horario “peak” de la mañana y bueno, se quedo justo delante de mí y todo el camino, hasta Lo Ovalle, la sentía cerca y me molestaba en parte esa sensación, yo siempre he sido quisquillosa en cuanto a las distancias , de pronto, casi llegando a mi estación de bajada, el tren se detiene en medio del túnel, y por los parlantes nos dicen que teníamos que caminar dos carros, y llegaríamos a la estación , el motivo : Un suicida había elegido justo ese lugar para dejar de existir.

Un miedo terrible me invadió, ya que nunca he visto una persona mutilada de esa manera, sin embargo conservé la calma y caminé delante de la niñita hasta llegar al andén, para ese entonces ya tenían tapado el cuerpo y no veía nada, por suerte, pero a mí, la despistada, se me cayó la carpeta y se le cortó un elástico, ante lo cual la niñita reaccionó y me ayudó a recoger mis miles de fotocopias, luego de eso le di las gracias, miré la hora y me di cuenta que de nada valía llegar a esa hora a la Universidad ya que la clase había empezado hace rato y esa profesora no dejaba entrar a nadie más después de ella, en agradecimiento, invité a Casandra – así se llamaba la niñita – a tomar un café arriba, aceptó gustosa y de paso comentamos acerca de nuestras carreras, así supe que estudiaba Arte en la Universidad de Chile y que iba en tercer año, al igual que yo, y que ahora no iba a clases sino que a una biblioteca a buscar unos textos, por lo cual no le apuraba el viaje.

Durante el café no me cansé de observarla, a pesar de su delgadez mantenía una belleza pura, sin maquillaje ni artificios, de hecho ni siquiera llevaba aros, pero lucía un anillo en su mano derecha, ello me sorprendió, y a la vez me atrajo, hablamos trivialidades, intercambiamos celulares, y nos despedimos de beso en la mejilla a la salida del metro. Yo pensé que nunca más la vería, y eso del intercambio de celulares es típico, es como cuando das tu tarjeta al final de una conversación en avión, sabes que al tipo no lo volverás a ver, pero por si acaso, uno nunca sabe.

Ese día no hice más que pensar en el muerto del metro y en Casandra, era muy pequeñita y casi insignificante su silueta, sin embargo era dueña de una labia y femineidad impresionantes, que me hicieron dudar de mi condición de heterosexual durante mucho tiempo después.

Una semana más tarde, estaba llena de pruebas, llena de estudio y para colmo no tenía tiempo de nada, aunque hubiese vendido mi alma al diablo por ver nuevamente a Casandra aunque fuera solo un café más, para darme un relajo y olvidar por un momento las presiones del mundo universitario, pero no, no podía ser, simplemente, caminé hacia la boletería y la borré de mi mente. Tomé el metro, y me encontré a Antonia, hablamos las tonteras de siempre y nos despedimos en Los Héroes, recapacité después de esa breve conversa ¿qué diría Antonia si me viera de lesbiana?

Quizás Casandra ni siquiera lo era, así que mi mente estaba incubando sueños tempranos, sueños, como siempre, inalcanzables…

Llegué a la universidad y como que recuperé el ánimo, clases, clases, conversas, yo siempre tan social y tan mediática para esas cosas, con tantos conocidos, me alegré de ver a Pamela y de poder contarle con toda libertad el mini-pensamiento que tenía, me dijo: olvídala mejor,fue tajante en su respuesta.

- Tú no eres lesbiana, ni ella tampoco

- (¿o lo éramos ambas?).

viernes, 2 de marzo de 2007

Odio.

De pequeña, mis papás me decían que era malo desearle la muerte a alguien.
Pero ¿Qué hacer cuando deseas la muerte de uno de ellos, de tu madre/padre?


Digan que estoy loca, pero eso creo.

jueves, 1 de marzo de 2007

Lloro.


Sin saber por qué, lloro, y no me arrepiento de hacerlo.

Quizás la vida nos da un legítimo derecho a estar tristes, sin necesidad de motivo o justificación alguna. Y somos nosotros quienes constantemente buscamos esos motivos... como tratando de ponerle nombre a la pena.
Quizás la pena no tiene nombre, solo existe.
Y mi psiquiatra dice que eso es malo, que la pena siempre tiene un motivo.
Quizás mi psiquiatra está peor que yo.